domingo, 12 de abril de 2015
sábado, 11 de abril de 2015
La soledad de las hormigas
La soledad de esta hormiga:
HEARTBURNED AND SEEKING HOME
Home is where
your heart is.
(Frase leída en un calendario
en mi casa de Boston)
(Frase leída en un calendario
en mi casa de Boston)
Mientras leía este artículo sobre los efectos nocivos de la soledad
en hormigas, pensé en los primeros días que pasé en Barcelona. Me sentía más sola que nunca y caminaba
hasta el agotamiento, sintiendo el corazón quemándose, buscando dónde vivir.
De niña siempre hacía que mi hermana menor
me acompañara a la tienda aunque le diera flojera o estuviera ocupada, porque
me daba miedo ir sola... Cuando alguien me acompaña a donde voy, aunque sea más
débil o menos apto para defenderse que yo, me siento libre para divertirme, disfruto
el camino y no me importa que haya contratiempos, porque tengo con quien
quejarme o a quien hacer reír sobre lo que pasa. Pero últimamente la vida me ha
obligado a estar sola, creo que para que aprenda a divertirme a mí misma.
Me he hecho de las que no me importa y he
aprendido a disfrutar lo disfrutable de la soledad, porque tiene sus ventajas, pero,
la verdad, preferiría tener compañía y dejar la soledad sólo para el estudio y
la Literatura, para caminatas de introspección o relajamiento, pero, ¿qué hago
si no hay quién me acompañe?
Un día conocí a una hormiga solitaria y en
paz. La admiré y dije que algún día yo sería igual que ella.
Cuando empecé este camino de soledad, dije
“más vale sola que mal acompañada”, y ése ha sido mi lema desde entonces. Lo he
repetido cada vez que la única alternativa a la soledad ha sido una mala o inadecuada compañía. Y porque es un
lema no de resentimiento, sino de esperanza: la buena compañía existe y sólo
por ella dejaría la soledad que ahora es mi refugio, mi hogar. Aquí tengo el corazón y lo llevo a cuestas, como un caracol.
Buscar compañía ha sido mi búsqueda
interminable toda la vida, la que sería la respuesta número uno en el programa Cien mexicanos dijeron al
preguntar por “Las cosas que más hacen llorar a María Grover”. Me gustaría
disfrutar más estar sola en los momentos que deseo compañía. Porque sí prefiero la
soledad al entorpecimiento de mi camino pero ¿qué tal si me encontrara con otro solitario? Así compartiríamos la soledad como si fuera una casa y la habitaríamos juntos con el corazón.
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